Ariella solo quiere estar un rato a solas, pero no le dejan. Mientras juega con su juguete favorito, la interrumpe una llamada de su hijastro, Kyle. Él le ruega a Ariella que lo lleve en coche y ella accede. Ariella recoge a Kyle, pero él se niega a parar y se divierte gastándole bromas a su nueva madrastra. En lugar de perder los nervios, Ariella decide llevar a Kyle.