La dulce Lola está en conflicto con su papá. Ella anhela una vida de lujo, pero su supuesto padre no gasta ni un centavo en ella. Frustrada, llega a casa de Jay, su rico y comprensivo padrastro, quien siempre está ahí para ella. Él solo tiene ojos para ella y no entiende cómo Lola no consigue todo lo que quiere. Su papá biológico es tan tacaño que no puede comprarte un sostén. Los pequeños pechos de Lola necesitan soporte, y la pobre chica necesita que alguien la consienta un poco para que recupere su confianza.